Entrevista a Carlos Alberto Montaner

Posted: 7th January 2009 by ltsm in Entrevistas

IMG_0011_1-lowqPrograma: La Noche se Mueve.
Miércoles 7 de enero de 2009.

 
Director Edmundo García.

 
EG: Edmundo García.
CAM: Carlos Alberto Montaner.

 
La entrevista que realicé al escritor y periodista Carlos Alberto Montaner —que aparece a
continuación de esta breve introducción— me obligó en un gran número de ocasiones a una
contención, dentro de las posibilidades a mi disposición para rebatir los argumentos de mi
invitado, con el fin de convertir el programa en un careo entre dos personas con visiones
políticas e ideológicas diametralmente opuestas, no sólo en lo que respecta a Cuba sino a Estados
Unidos y el resto del mundo. En miras a que mi entrevistado se sintiera cómodo y respetado al
máximo, como él mismo lo reconoce, en todo momento lo dejé disfrutar a plenitud del rol de
entrevistado que él reclamó al menos una vez. Eso me obligó a no refutar en detalle varios de sus
argumentos, aunque siempre dejando sentado que no los compartía.

 
En un buen número de respuestas de Montaner, muchas de las cuales él apoya con datos y cifras
de las cuales no queda clara la fuente de procedencia, se pone de manifiesto que el escritor y
periodista no ha logrado superar una mentalidad propia de la Guerra Fría, una época ya
desaparecida. Un hombre que tanto aboga por la transición, no ha podido llevar a cabo la
transición de su pensamiento hacia momentos más avanzados.

 
De ello es prueba sus constantes referencias a la desaparecida Unión Soviética, la Europa del
Este y la Alemania nazi, así como su incapacidad para responder a mi pregunta, formulada en
más de una ocasión, sobre las razones que permiten explicar la supervivencia del modelo cubano
pese a la desaparición de sistemas parecidos, aunque no iguales, en los países que tanto cita:
Unión Soviética, Checoslovaquia, Alemania.

 
A Montaner no parece preocuparle el fracaso de Washington en lograr imponer un cambio en la
Isla. A Caleb, un funcionario de Bush que en Nicaragua había sido denunciado como agente de
la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, lo considera una ”persona encantadora“,
sin detenerse un minuto a considerar que es el supuesto encargado de llevar a la práctica, de
acuerdo a la imaginación de la Casa Blanca. Un plan de transición que contiene una “cláusula
secreta” que no ha sido divulgada a partir de supuestas razones de “seguridad nacional y
ejecución efectiva”. Este tipo de propuestas secretas, y basta remitirse a la historia de los últimos
50 años en Cuba, no son más en muchas ocasiones que eufemismos para realizar acciones
“encubiertas” contra la población de la Isla. Ante la gravedad de esta propuesta, los supuestos
“encantos” de McCaleb son algo secundario.

 
Esa obstinación con la imposibilidad de lograr en Cuba un cambio desde afuera lleva a mi
entrevistado a repetir cliché tras cliché, al punto de desplegar a todo lo largo del programa el
panorama de una Cuba llena de calamidades, dedicada al narcotráfico y que es una amenaza
constante para los Estados Unidos y el resto del mundo.

 
Esa proyección de la Isla, que puede resultar del agrado de los lectores de la columna de
Montaner en El Nuevo Herald, los oyentes de los programas de Radio Mambí y los televidentes
de los programas nocturnos de la televisión de Miami sólo existe en la mente de los extremistas e
intransigente. Ni siquiera en la administración de George W. Bush existe esa visión. Para Carlos
Alberto Montaner, Cuba es un país con el que no se puede mantener negociaciones migratorias.
Sin embargo, desde el gobierno del presidente Bill Clinton hay un pacto que el gobierno de La
Habana ha cumplido en todo momento, y que si en ocasiones ha presentado atrasos y demoras ha
sido por culpa de Washington, como el propio gobierno de Bush lo ha reconocido. Para Carlos
Alberto también, la Isla se dedica al narcotráfico.

 

Esta afirmación infundada contrasta con otra
hecha recientemente por el secretario de Estado adjunto para Latinoamérica de Estados Unidos,
Thomas A. Shannon, quien acaba de declarar en Madrid —y apareció publicado en un periódico
tan hostil al gobierno de La Habana como es El País— que ”sería lógico“ un acuerdo con Cuba
contra el narcotráfico. Cabe entonces la pregunta: ¿Quién tiene los datos más confiables, si el
gobierno de Estados Unidos y todas sus agencias de espionaje, que siempre han mirado hacia
Cuba, no con una lupa sino con un microscopio, o Carlos Alberto Montaner? Si son los
gobiernos de países como Colombia, España —y ahora se ha conocido que también Chile― los
que le han pedido a Cuba que mantengan en su territorio a personas vinculadas en el pasado con
supuestos actos de terrorismo, ¿por qué aferrarse a un guión gastado, que sólo resulta atractivo
para la Calle Ocho? Esa fue la decisión de mi invitado, y yo se la respeté dentro de los cánones
del periodismo profesional y la cortesía.

 
A continuación, palabra por palabra, el texto de la entrevista:

 
EG: Amigos, muy buenas noches, les saluda Edmundo García. Hoy es miércoles 7 de enero del
año 2009. Como habíamos estado anunciando desde semanas atrás, y en la noche de ayer
reforzamos, comparece en La Noche se Mueve, Carlos Alberto Montaner. Ante todo, las gracias
a Carlos Alberto Montaner por estar en vivo en este programa. Buenas noches, y gracias por
estar aquí.
CAM: No. Gracias a ti Edmundo, por invitarme a tu programa.
EG; ¿Cómo prefiere que le presente?, ¿cómo va más por la vida a estas alturas?, ¿de escritor,
periodista o político?
CAM: Creo que de escritor y periodista, que es mi vocación más clara. La política ha sido una
consecuencia de la situación cubana y de haber vivido toda mi vida en medio de un clima
político muy especial. Pero mi vocación más fuerte, por supuesto, es la de escritor y periodista.
EG: Pero, cuando usted vio que Vargas Llosa, quiso ser presidente de Perú, no dijo: Pues yo
también pudiera aspirar a otras cosas, sobre todo en una época en que se hablaba de que los
cubanos podrían revertir el curso de la historia actual cubana. ¿Alguna vez pensó ser presidente
de Cuba?
CAM: No, yo pensé… Bueno, pensé no: yo cree un partido político con el objetivo de darle
estabilidad a Cuba, si eso hubiera sido posible en algún momento; de tratar de llevar a Cuba, lo
que yo había aprendido, que fue muy interesante, en la transición española: cómo era posible
convertir una sociedad que había vivido, en el caso de España, 40 años bajo el totalitarismo
franquista, cómo se convirtió eso en una democracia. Yo viví eso con mucha ilusión, y me
pareció que podía ayudar a Cuba en su momento. De esto hace ya, casi 20años, cuando creamos
la Unión Liberal Cubana.
EG: Que coincidió con la implosión del bloque socialista.
CAM: Claro, empezamos los primeros movimientos, los primeros pasos con la perestroika, con
el glasnot y con debates sobre si era posible una transformación del comunismo. Y en la medida
en que nos fuimos acercando, y cuando efectivamente se produce la caída del Muro de Berlín y
el comunismo desaparece en Europa del Este, pues lo que hasta ese momento parecía imposible,
que era la destrucción de una dictadura totalitaria comunista, se hizo evidente que podía ocurrir,
y que podía ocurrir en Cuba. Entonces me pareció que era la gran oportunidad de llevar la
experiencia española a Cuba y la experiencia del bloque del Este.
EG: ¿Y usted se sintió presidenciable en ese momento?
CAM: No. Realmente no, porque yo no tengo ese carácter, ni la necesidad psicológica de ser
presidente de nada. Yo soy una persona más bien solitaria, al contrario a lo que puedan pensar
los demás.
EG: Eso mismo decía Balaguer. Decía eso mismo que usted acaba de decir.
CAM: ¿Si?, y Balaguer era además un hombre muy curioso. Era un hombre que había sido
profesor de instituto. Pero, creo que Cuba llegará a la transición en su momento. Creo que hay
figuras jóvenes muy importantes. Además, yo soy un hombre muy mayor ya Edmundo. Yo tengo
65 años.
EG: De eso quiero hablar, de esa palabra que usted ha mencionado y de su edad. Dicen algunos
que le conocen que una de sus obsesiones es su edad. ¿Usted tiene obsesión con la edad?
CAM: Yo no tengo obsesión con la edad, yo lo que sí tengo es conciencia de mi edad. Tengo 65
años, no soy un muchacho. Las personas tienen un promedio de vida –los varones tienen un
promedio de vida– de 75 a 78 años, y sé lo que es la tercera edad y lo que es la cuarta edad y
creo que la política es para gente –no la política sino el ejercicio político muy fuerte– es para
gente más joven. Yo creo que en Cuba tiene que haber gente de 40 o 50 años, muy bien
preparados y capaces de llevar al país hacia la democracia y hacia la libertad.
EG: Cuando usted habla de democracia o de libertad, usted habla de la democracia y del
concepto de libertad que se propugna en Miami, en determinados sectores con respecto a Cuba.
O sea, usted descalifica por completo todo el sistema que se implementa en Cuba, que puede
tener errores, puede tener cosas. ¿Usted descalifica totalmente el sistema electoral cubano?
CAM: Todas las dictaduras comunistas para mi no tienen nada que ver con la democracia. Ni la
de Cuba, ni Corea del Norte, ni la China comunista, que es una dictadura en este momento
capitalista. Ni lo que era la Unión Soviética. Por supuesto, que no. Para mí, modelos son los 30
países más prósperos y dichosos del mundo, que son países democráticos, con elecciones
periódicas, con múltiples partidos políticos, con prensa abierta, donde la gente tiene derecho a
tomar sus propias decisiones, donde el Estado no decide por las personas, y nada de eso ocurre
en Cuba.
EG: Vamos atrás a la palabra democracia. Vamos a tratar de quitar la etiqueta de una palabra, la
etimología, el significado del diccionario. ¿Cree usted que la revolución cubana no cuenta con un
mayoritario apoyo popular, aún dentro de las críticas, aún dentro de las contradicciones? ¿No
cree usted que hay un apoyo popular mayoritario que apoya a la revolución?
CAM: Bueno no sólo lo creo yo, sino lo cree el Partido Comunista, que acaba de realizar en La
Habana un survey confidencial en la Universidad de La Habana, y encontraron que sólo el 8% de
los profesores que enseñan en la Universidad de esa ciudad respaldan el comunismo en Cuba. Y
sólo el 22% de los estudiantes respaldan ese sistema. 52% de los estudiantes y de los profesores
son no sólo contrarios al gobierno, sino contrarios al sistema. Quisieran un cambio de regimen.
EG: ¿Usted, cómo tiene ese documento?
CAM: Porque yo tengo muchos amigos, Edmundo, igual que tú.
EG: Pero un documento de este tipo puede ser tan clasificado, si es que existe, y si es que arroja
estos números.
CAM: No es tan clasificado porque es una encuesta hecha por el Partido Comunista con los
comunistas. Y el problema, Edmundo, es que la estructura del Partido Comunista de hoy en día
en Cuba es que el 90% de los comunistas no simpatizan con el curso de la revolución cubana y
se segmentan de distintas maneras. Ese millón de personas, que están integrados al Partido
Comunista, en su inmensa mayoría, o son reformistas o son gente totalmente incrédula, que ya
no tienen ninguna relación emocional con el sistema y lo que quisieran es un cambio
fundamental y en muchos casos –que es por donde me llega a mi la información, utilizando a mis
amigos españoles, que están muy bien informados– es por donde yo sé cómo fue esa encuesta y
el resultado tan tremendo que fue para el gobierno cubano saber que sólo el 8% de los profesores
de la Universidad de La Habana, y en un universo de 25 mil personas, era simpatizante de la
revolución y el 52% de los profesores y los estudiantes quieren el cambio de régimen. Cosa que a
mi no me sorprende, porque después de 50 años de fracasos, lo lógico es que eso suceda.
EG: Carlos Alberto, tengo que confesarle –y no estoy aquí, para discrepar con usted. Tengo que
transmitirle mis experiencias. Yo visito Cuba con frecuencia, reconozco, que aunque tengo
amigos en La Habana, no tengo ese acceso que me faciliten ni documentos ni encuestas, ni
siquiera esa información privilegiada. Simplemente, puedo contrastar información. Déjeme
decirle, yo veo y respiro en La Habana, espíritus que quieren determinadas aperturas, que
quieren determinadas cosas. Sin embargo, me sorprende un poco, que alguien me pueda decir,
que la revolución carece de apoyo popular, de gran base popular. Sobre todas las cosas, cuando
camino por los barrios de la Habana y veo inquietudes, y palpo algunas insatisfacciones, pero
también veo que hay un grupo de cosas que dio la revolución, que la gente no las quiere perder.
CAM: Edmundo, toda sociedad, cualquier sociedad, se mide por 5 elementos básicos: la
alimentación, la vivienda, el transporte, la comunicación y el agua potable. En esos 5 elementos
fundamentales, que definen la calidad de cualquier sociedad, el gobierno cubano a lo largo de 50
años, teniendo la posibilidad de tomar todas las decisiones económicas, con todo el control
político, con todos los recursos en sus manos ha fracasado. La vivienda, no discutirás que es un
desastre; la alimentación, no te cabe la menor duda, que es un desastre; la comunicación, es de
nivel haitiano; el transporte, es lo que sabes que es el transporte en Cuba, que es una verdadera
pesadilla. Y, por último, el agua potable es un grandísimo problema en la sociedad cubana, desde
el inicio mismo de la revolución y lo que han hecho es agravarlo. Si ni siquiera en esos 5
elementos básicos, que determinen la calidad mínima de una sociedad, ese gobierno de
incompetentes ha podido conseguir resolver los problemas, cómo vas a dudar de que la sociedad
cubana, en su inmensa mayoría, rechace a una administración, a una gerencia tan torpe como la
que tiene el gobierno cubano.
EG: Vamos a los 5 aspectos. En la alimentación. En Cuba, no hay desnutrición. Según los
índices de las Naciones Unidas y los índices de los organismos internacionales los niveles no
reflejan desnutrición. Mírelo usted en los balseros que llegan aquí. No hay cubanos desnutridos,
no hay cubanos desamparados durmiendo en las calles. No hay cubanos que anden sucios porque
no tengan agua, porque se vea que la higiene del pueblo cubano ha disminuido. Problemas con el
transporte hay, pero sobre todas las cosas, hay otro grupo de valores, que yo quisiera saber si
usted también los atiende. Los niveles de salud del pueblo cubano, en comparación con su
contexto. O sea, no se trata de comparar a Cuba con esos 30 países, ni con Austria, ni con
Bélgica. Cuba, en referencia en su contexto geográfico, los niveles de salud, de educación, de
instrucción, esos índices.
CAM: Eso lo mide Naciones Unidas en el Indice de
Desarrollo Humano, que publica todos los años. Cuba forma parte del grupo de los primeros 67
países, pero no tiene nada que ver con los primeros 30 países, en donde hay otros países
americanos.
EG: Dígame, ¿qué país?
CAM: Barbados.
EG: ¿La pequeña isla de Barbados?
CAM: Es el número 29.
EG: Yo no tengo la estadística.
CAM: Pero yo sí. Mejor que Cuba en el Indice de Desarrollo Humano. Por ejemplo, Uruguay.
Por ejemplo, Costa Rica y también todo esto es absurdo, porque hace 50 años, cuando comienza
la revolución, Cuba estaba de acuerdo a esos mismos índices, cuando en aquella época no se
publicaba el Indice de Desarrollo Humano, pero las Naciones Unidas, sí publicaba otros índices
y la FAO publicaba otros índices y existe el famoso manual que publicó en 1953 la Universidad
de Harvard, donde se demuestra que Cuba, en ese momento, era el país número 26, en el mundo.
Pero era el tercer país de América Latina, junto a Uruguay y Argentina. Pero de esto hace 50
años y en 50 años ese país y ese gobierno, que tuvo las posibilidades de hacer todo lo que
hicieron los grandes países que lograron prosperar. En 1959, Cuba tenía un tercio más de ingreso
per cápita que Chile. Y Chile tiene hoy 5 veces el per cápita de Cuba. En 1959, Cuba tenía el
doble del per cápita de España y España tiene hoy 7 veces el per cápita de Cuba. ¿Cómo me van
a decir a mí que Cuba? Cuba es un fracaso, desde todo punto de vista, y la demostración de que
Cuba es un fracaso, es que de haber sido durante toda su historia, un país receptor de
inmigrantes, se convirtió en un país que expulsaba a su clase trabajadora.
EG: Carlos Alberto, hay datos, y vamos otra vez a los niveles económicos. Yo he recorrido
América Latina, usted también. Realmente, el hecho de que en Cuba, los problemas sociales, que
se ven en su contexto. Usted acaba de citar Barbados. El ejemplo me sorprendió, porque casi
nadie habla de Barbados.
CAM: A mi me encanta el ejemplo de Barbados, por una razón sociológica muy importante,
porque es la misma composición étnica de Haití, y mientras que Haití es el país más pobre y más
desesperado de América Latina, Barbados es el país más exitoso de América Latina, con la
misma composición étnica. Porque la diferencia entre una y otra comunidad son las instituciones,
el respeto a los derechos humanos, la democracia que funciona, el Estado de Derecho, y todo eso
existe en Barbados. Y como todo eso existe en Barbados, es el país número 29 en la lista de
países que integran el Indice de las Naciones Unidas.
EG: Volviendo a los indicadores, Montaner, Volviendo a los indicadores que usted mencionaba.
Realmente cuando yo voy por América Latina y cuando yo contrasto América Latina con Cuba,
cuando yo veo que en América Latina…
CAM: ¿Qué América Latina?
EG: Le estoy hablando de México, de Brasil, de Argentina. Le estoy hablando de Chile también.
Veo personas desamparadas en Chile.
CAM: Claro. Por supuesto, ¿y en Cuba?
EG: No hay desamparados. No, no hay. No hay desamparados, Carlos Alberto. Nadie duerme en
las calles en Cuba.
CAM: ¿Y esas casas que yo veo, cayéndose a pedazos?
EG: Esas son casas, que le voy a explicar, si usted me pide la explicación. muy bien
seleccionadas, muy bien mandadas a grabar, Tanto a la prensa acreditada en Cuba, como a
personas que van allí a cumplir sólo ese objetivo, y usted los ve en los programas de televisión.
CAM: Edmundo, por qué, si la situación es como tú supones, que hay índices de salud
aceptables, viviendas aceptables y alimentación aceptable. ¿Por qué las familias se montan en
una balsa y se arriesgan a morir? Porque uno lo entiende en Haiti, y uno lo entiende en República
Dominicana, donde hay un sector que pasa hambre y que vive en una situación muy desesperada,
pero de acuerdo con tu descripción, eso no ocurre en Cuba. Están locos esos cubanos, que se
juegan la vida y que juegan la vida de sus familias, para escapar de Cuba.`
EG: Carlos Alberto, no sólo Haití, no sólo República Dominicana. Eso sucede en Argentina, eso
sucede en Chile.
CAM: No, no, no. Perdón, perdón. Argentina es un país que sigue siendo receptor de
inmigrantes. En este caso, de bolivianos que van a vivir allí y muchos argentinos se van a vivir a
Europa, mientras otros latinoamericanos más pobres, como los bolivianos y los paraguayos se
van a vivir a Argentina.
EG: Carlos Alberto sucede en México, sucede en el Tercer Mundo.
CAM: Pero no sucedía en Cuba hasta 1959.
EG: Ahí está el punto. Me alegra que llegue ahí. Públicamente, doy mi palabra, empeño mi
palabra ante la audiencia y ante la prensa, a que usted revise las estadísticas del Servico de
Inmigración de los Estados Unidos de Norteamérica, donde aparece que Cuba, después de
México, era el segundo emisor de emigrantes hacia Estados Unidos.
CAM: Y te voy a dar un dato más interesante todavía. En 1959, cuando comienza la revolución,
en el consulado de Cuba en Roma, había 11 mil solicitudes de italianos que querían ir a vivir a
Cuba y había 35 mil españoles que se querían ir a vivir a Cuba. Asturianos, gallegos y canarios.
¿Por qué querían ir a vivir a Cuba? ¿Por qué la situación de Cuba era peor que la de España? O
la de los italianos que querían vivir en Cuba. ¿Por qué la situación en Italia era mucho mejor que
la de Cuba? Además, siempre fue un país receptor de inmigrantes. Te cuento más…
EG: ¿Emisor de inmigrantes?
CAM: No, hombre no.
EG: No lo digo yo Carlos Alberto, lo dice el Servicio de Inmigración de los EEUU.
CAM: Y también te dice que en 1959 vivían más norteamericanos en Cuba, que cubanos en los
EEUU.
EG: Es probable, había una clase media norteamericana, que se fue asentando y creando
determinadas cosas. Ahora, EEUU era una población de 200 millones de habitantes y Cuba era
una población de 5 millones.
CAM: No tiene importancia, no tiene importancia. Cuántos norteamericanos viven en
Guatemala, muy pocos. ¿Cuántos viven en Costa Rica? Porque es un país habitable, con calidad
de vida. Muchísimos.
EG: Vamos a calidad de vida. Carlos Alberto Montaner, ¿qué méritos usted le reconoce al
proyecto social de la revolución cubana?
CAM: Bueno, realmente yo…
EG: ¿Qué le reconoce? Qué usted dice: coño, qué bueno han hecho esto, qué bien, que maravilla
del pueblo cubano, aunque yo disienta de las autoridades cubanas, hayan hecho esto por ese
pueblo. Me lo puede decir así, categóricamente.
CAM: El problema es que lo que ha hecho bien el gobierno cubano, por el pueblo cubano, es lo
que se ha hecho bien en todas partes del mundo en los últimos 50 años, y es aumentar la cantidad
de gente que tiene estudios universitarios. Eso ha pasado en toda América Latina de una manera
exponencial. Mejorar la calidad, es decir, no la calidad sino la extensión de la salud pública, y
por supuesto. el deporte.
EG: Eso usted lo dice con cierto rin tin tin. ¿No cree que ahí hay un gran mérito?
CAM: No, yo creo que no. Yo creo que tienen mucho más mérito, por ejemplo, en España toda
la salud es pública y gratis.
EG: España es un país del Primer Mundo. Cuba no se puede comparar con España.
CAM: España era un país mucho más pobre que Cuba en 1958.
EG: A raíz de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de la Guerra Civil, no habían superado eso,
pero España, pertenece geográficamente a Europa.
CAM: Perdóname, perdóname. Empezó a pertenecer a Europa en 1973, 1974, cuando terminaron
las migraciones españolas y cuando la libertad económica terminó con toda la fantasía del
fascismo. Que eso empezó a ocurrir en 1959. Y cuando muere Franco, ya el país estaba
encaminado en dirección a la democracia, la libertad y la prosperidad, dentro de la apertura
económica y dentro de las libertades y dentro de la economía de mercado, y el país se convirtió
en un país muy próspero.
EG: Entonces, usted le reconoce a Cuba, la educación, el nivel de los servicios médicos.
CAM: Sí, pero quiero hacer una salvedad muy importante. No hay persona más frustrada y más
triste, que una persona educada que no encuentra que ese esfuerzo, que ha hecho por educarse y
por formarse, le ha traído una vida mejor. Que es la desgracia y la tragedia de los ingenieros y de
los médicos y de la gente formada en Cuba. En Cuba hay unos 800 mil universitarios. Son los
únicos universitarios, los únicos ingenieros en el mundo, los únicos; los únicos médicos en el
mundo, que ni siquiera pueden obtener una calidad de vida de clase media, holgada. Son los
ingenieros y los médicos cubanos y los maestros cubanos, como consecuencia de un régimen que
penaliza la creación de riquezas. Entonces a mí me parece muy bien que eduquen. Te diré algo
más, todos los regímenes comunistas educaban razonablemente bien. Instruían razonablemente
bien. Los ingenieros rusos eran muy buenos, los ingenieros checos eran muy buenos. Pero el
sistema, tiene una torpeza y una crueldad tal, que hace que esa gente, tan bien formadas, no
puedan generar riquezas, no puedan mejorar la calidad de vida de ellos, ni de sus familias y
tengan que emigrar.
EG: Carlos Alberto, entre otras cosas, esa emigración, que yo considero que es una emigración
como la que se produce en el mundo, en muchas dimensiones, básicamente económica, existe
porque existe diseñado por la política norteamericana que es que si llegas a los EEUU, a la
economía más dinámica y más grandiosa del mundo, si llegas y pones un pie, entonces tienes
unos derechos excepcionales por ser cubano, que te permiten emprender esa vida. Si esos
derechos los tuvieran o esas posibilidades las tuvieran los ingenieros…
CAM: Perdóname, todos los días, entran miles de mexicanos aquí…
EG: Que no tienen la posibilidad, al año y un día, de pedir una residencia permanente.
CAM: Pero sí tienen la posibilidad, ya como profesionales de solicitar una visa especial de
ingenieros y de expertos en informática…
EG: Se cuentan con los dedos de una mano. Hay un atractivo, hay un dispositivo…
CAM: Si tú entras en un hospital aquí, te encuentras que todos los médicos son pakistaníes o son
de la India. ¿Me vas a decir, que eso no es cierto? Estados Unidos es el país que más
profesionales recibe en el mundo y la queja, la queja, del gobierno cubano es que hay un robo de
cerebros hacía los EEUU.
EG: Carlos Alberto, no es que es la queja. EEUU tiene una disposición sólo para Cuba, sólo para
los médicos cubanos.
CAM: ¿Y no te parece magnífica, no te parece muy bueno?
EG: Me parece, ¿quiere que le diga la palabra? Me parece una actitud miserable.
CAM: A mi me parece que es lo mejor que puede ocurrir y te voy a explicar…
EG: ¿Robarle los médicos a Cuba?
CAM: No, no, es robarle los médicos a Cuba. Es una decisión libre de los cubanos. A ninguno le
ponen una pistola para que venga aquí. Déjame decirte algo más, porque además creo que el
entrevistado soy yo. Y me parece muy bien, y te agradezco mucho que me hayas invitado a tu
programa. Una de las razones por lo que la segunda generación de cubanos emigrados a los
EEUU tiene un desempeño económico y educativo mejor que la media blanca norteamericana, es
gracias a que existe la Ley de Ajuste. Porque gracias a que existe la Ley de Ajuste, los cubanos
pueden integrarse a la sociedad norteamericana rápidamente, y no tienen que estar huyendo de
Inmigración. Y lo que me parece a mi terrible es que un gobierno, en lugar de dedicarse a
proteger a sus naturales –que es lo que estaban pidiendo los mexicanos, que copiaran la Ley de
Ajuste y se la aplicaran a los mexicanos. Eso es lo que estaba pidiendo el gobierno mexicano,
porque eso era lo decente y lo patriótico. Proteger a sus nacionales. Entonces me vas a decir a
mi, que lo decente es perseguir a los cubanos como ilegales. No, lo que hay que hacer es luchar
para que la Ley de Ajuste se convierta en la ley de la nación americana, ante la demostración de
que funciona con tal eficiencia, que la integración de quienes se beneficien de la Ley de Ajuste
logra que los cubanos se integren a la sociedad norteamericana exitosamente.
EG: Carlos Alberto, eso me imagino que a usted le parece algo idealista. en EEUU no hay
ninguna disposición de facilitarle a ningún inmigrante.
CAM: Perdóname, la hay con los camboyanos, la hay con los vietnamitas. La Ley de Ajuste
dictada en 1966 por el gobierno de Johnson no fue una ley hecha para los cubanos, fue una ley
hecha para víctimas de las dictaduras comunistas, entre los que estaban los cubanos. ¿Y tú sabes
por qué fue hecha la ley? Porque tú eres muy joven y no te acuerdas. La ley fue hecha como
consecuencia de (el puente marítimo y aéreo de) Camarioca, como consecuencia de que el
gobierno de Cuba le impuso al gobierno del presidente Johnson la emigración de Cuba hacia los
EEUU de doscientas mil personas que el gobierno de EEUU no las pidió. Fue una imposición de
Camarioca, y ante esa avalancha de personas, el gobierno del presidente Johnson dictó la Ley de
Ajuste Cubano.
EG: Vamos a la actualidad y el tema de los médicos. EEUU ha implementado una ley para que
los médicos cubanos que estén en servicio exterior puedan obtener inmediatamente una visa
como emigrantes. Regresar y después se le da inmediatamente una visa humanitaria para que
puedan traer a sus familias. Esto puede traer otras confrontaciones con el gobierno cubano.
CAM: Me parece magnífico si los cubanos…
EG: A usted le parece bien que los médicos que estén fuera del país deserten.
CAM: A mí me parece muy bien que cualquier persona viva donde quiera vivir.
EG: ¿Por qué esa ley está hecha para los médicos? ¿Por qué no se aumenta la cuota de visas para
que la gente emigre legalmente, sea médico o no sea médico? Allí hay una discriminación, de lo
que se trata es de que Cuba pierda personal médico.
CAM: Es posible, pero ¿quieres tú perjudicar a los médicos porque ya se perjudica a los
ingenieros y a todos los demás? ¿Por qué no beneficiamos? Es decir, yo quisiera que se
beneficiaran todos los profesionales cubanos de una ley parecida. Pero si no se pueden
beneficiar, me alegro de que se beneficien los médicos, porque lo peor sería… ¿Tú sabes cuál es
el razonamiento que tú estás utilizando? el que dice: aquí viene un mendigo a pedirme ayuda. Yo
no le voy a dar dinero a ese mendigo porque hay otros mendigos a los que no le voy a dar nunca
ayuda. No, si los médicos cubanos se pueden beneficiar de esas medidas, magnífico. Y ojalá que
lo extiendan a los ingenieros y a todo aquel que quiera emigrar libremente. Porque yo creo en la
libertad de vivir en donde a uno le da la gana.
EG: Yo también creo en eso. ¿A usted no le parece que sería más ético sentarse y tener un
acuerdo migratorio serio, sin crear un programa exterior especial para que deserte personal
médico?
CAM: ¿Un acuerdo migratorio serio con un país que vacía sus cárceles y sus manicomios y
monta en barco a sus peores delincuentes y los lleva y los manda hacia EEUU? ¿Eso es un país
serio?
EG: ¿Eso usted lo está diciendo de la emigración del Mariel?
CAM: Claro que lo estoy diciendo.
EG: Carlos Alberto, yo lo he oído a usted defender a los inmigrantes del Mariel, y sobre todo
contrarrestar el argumento que usted acaba de exponer.
CAM: No señor. El 15% de las 125,000 personas que vinieron por el Mariel eran delincuentes,
enfermos terminales, eran locos, y además de eso, ni siquiera vinieron por decisión propia, sino
porque el gobierno cubano los montó en barcos y los sacó de Cuba, los forzó a salir de Cuba. Yo
soy un admirador de ese 85% restante de inmigrantes del Mariel, personas decentes que se
integraron en la sociedad norteamericana, que lo hicieron exitosamente y que hoy en día tienen
un nivel de desempeño económico y social exactamente igual que el resto de los cubanos.
EG: Usted dice que Cuba envió a Estados Unidos unas 20,000 personas discapacitadas.
CAM: No, discapacitadas no, y asesinos y locos.
EG: ¿En número de 20,000?
CAM: Esa fue la cifra que se publicó en su momento.
EG: ¿Se publicó dónde? Que había unos 20,000.
CAM: Sí.
EG: Vamos a pasar a otros temas actuales Carlos Alberto. Le propongo que vayamos a su propia
vida. Mire, en la prensa cubana y algunas personas que mantienen un diferendo serio con usted,
dicen que usted estuvo vinculado a la Inteligencia Norteamericana. Yo le pregunto: ¿Usted
estuvo vinculado a la Inteligencia Norteamericana?
CAM: Jamás en mi vida, jamás en mi vida he estado vinculado a la Inteligencia de EEUU.
EG: ¿Usted no fue miembro de la CIA?
CAM: Jamás en mi vida he tenido nada que ver con eso. Pero lo irónico de todo esto es que eso
lo dice un aparato de difamación que durante los 40 años que existió la Unión Soviética (sic.),
cordinó todos sus esfuerzos con el KGB, con la Stasi, y con todo el siniestro aparato policiaco
que sostenía a las dictaduras comunistas. Jamás en la vida he tenido que ver con la CIA y jamás
en la vida he tenido nada que ver con el terrorismo.
EG: ¿Usted estuvo en el campo de Fort Benning, de instrucción militar?
CAM: Jamás en mi vida he estado en Fort Benning. Yo nunca he puesto un pie en Fort Benning.
Nunca. Jamás en vida.
EG: ¿En ningún otro grupo militar?
CAM: Yo he estado en Fort Jackson.
EG: ¿Entrenándose militarmente?
CAM: Como un soldadito más de los 5,000 soldaditos cubanos que nos integramos en las fuerzas
armadas de EEUU antes de la Crisis de Octubre. Eso fue todo, y estuvimos seis meses y se acabó
aquello y allí se acabo todo. Esto fue todo.
EG: En Cuba hay un expediente abierto contra usted, donde se le acusa de tener una causa
pendiente.
CAM: Eso todo son tonterías del gobierno cubano para tratar de callarme la boca, Edmundo.
EG: ¿Usted nunca cometió ningún acto ilegal desde el punto de vista físico dentro de Cuba?
CAM: Yo no.
EG: ¿Usted nunca puso una bomba?
CAM: No, jamás en la vida,
EG: ¿Nunca ha puesto una bomba?
CAM: No, jamás en la vida.
EG: ¿Ni fósforo vivo en un cine?
CAM: ¿Fósforo vivo en un cine? ¿Cómo, a quién, a qué persona se le puede ocurrir eso?
Solamente a un demente del 26 de Julio, como el hermano de Armando Hart, que murió
fabricando una bomba, se le puede ocurrir una cosa tan monstruosa como esa. Solamente a
aquellos asesinos del 26 de Julio que pusieron cien bombas en una noche, la “Noche de las Cien
Bombas”, se les puede ocurrir una cosa tan terrible, solamente a esos tipos que pusieron una
bomba en Tropicana y le arrancaron un brazo a una niñita, una muchachita, aquellos asesinos del
26 de Julio, podían hacer una cosa como esa. Yo soy una persona que rechazo la violencia, y que
rechazo el terrorismo, y que jamás en la vida me vincularía a una cosa como esa.
EG: ¿Usted rechaza las actividades de Luis Posada Carriles?
CAM: Yo sí. A mí no me gusta. Yo no sé en primer lugar cuáles son las actividades de Luis
Posada Carriles, porque Luis Posada Carriles no ha sido condenado.
EG: ¿Usted lee inglés?
CAM: Sí, yo leo inglés.
EG: Usted leyó cuando le dijo a Louise Bardach que él había puesto las bombas en La Habana.
CAM: Y después leí cuando dijo que eso era mentira.
EG: ¿Y usted a quién le cree: a Louise Bardach o a Luis Posada Carriles?
CAM: Bueno, es si le creo a Luis Posada Carriles cuando dice que sí o cuando dice que no,
porque Luis Posada Carriles dijo las dos cosas.
EG: ¿Cuándo le cree usted más a Luis Posada Carriles? ¿Cuando dice sí o cuando dice no?
CAM: Mira yo sí te digo algo de una manera muy clara. El gobierno cubano, que durante 40
años practicó el terrorismo, que adiestró a Carlos “El Chacal”, que convirtió a Cuba en el centro
del terrorismo, que adiestró a la ETA, que es uno de los grupos más asesinos, que ha matado mil
personas en el país donde yo vivo, en España, es algo que a mí me repugna, como me repugna si
unos cubanos volaron un avión y destruyeron un avión en el aire, eso me parece repugnante. Me
parece repugnante poner una bomba en un cine. Todas esas locuras son propias de los
revolucionarios, de los revolucionarios cubanos, de los revolucionarios salvadoreños, de los
revolucionarios nicaragüenses y de toda esa patulea de criminales.
EG: Carlos Alberto, el Rey de España, todos los jefes de gobierno españoles, han dicho que los
miembros de ETA en Cuba responden a un llamado, desde Felipe González, José María Aznar y
Jose Luis Rodríguez Zapatero, pidiéndole a Cuba que reciba a esas personas. El presidente
Alvaro Uribe de Colombia ha dicho públicamente que realmente Cuba ha jugado un papel
importante en el proceso de paz colombiano. Ningún país, ningún jefe de gobierno…
CAM: Perdóname un segundo, perdóname un segundo. El gobierno cubano formó a los
terroristas de la ETA en la escuela de policía de Argel en la década de los 60. Lo que me parece
asombroso, Edmundo, es que alguien ponga en duda, después de las propias declaraciones del
gobierno cubano, y de los documentos publicados por el gobierno cubano, que ese gobierno ha
tenido una complicidad permanente con los terroristas vascos, con los terroristas irlandeses, con
los terroristas japoneses.
EG: ¿Dónde está eso Carlos Alberto? ¿Dónde está documentado?
CAM: Bueno, por ejemplo, si te lees el libro de Benemelis.
EG: ¿De quién, de Juan Benemelis?
CAM: Sí, Juan Benemelis es un hombre… Primero es un hombre muy inteligente, y es un
hombre que formó parte de los servicios cubanos y que los conoce muy bien.
EG: Carlos Alberto, usted lleva mucho tiempo aquí y usted salió de Cuba con 16 años. ¿A usted
nunca se le ha ocurrido la idea de que todas esas personas que se presentan en programas de
televisión donde usted va lo que están haciendo es un discurso condicionado?
CAM: No, no. no.
EG: No estoy hablando de Juan Benemelis. Estoy hablando de una gran cantidad de personas.
CAM: Pero yo sí estoy hablando de Juan Benemelis, que fue un diplomático del gobierno cubano
hasta la década del 80 y tiene un libro extraordinario.
EG: ¿Y Juan Benemelis dice que Cuba hace terrorismo?
CAM: Y Masetti.
EG: ¿Y Masetti?
CAM: ¿Y Masetti no era miembro de los servicios de inteligencia cubanos? ¿No formó parte de
eso? ¿Y cuando Massetti dice que él formó parte no lo vamos a creer?
EG: ¿Y por qué el mundo entero rechaza que Cuba sea un país terrorista?
CAM: No, el mundo entero no rechaza nada. Ese cuento de Uribe. A mí me invitó el gobierno
colombiano para enseñarme, para enseñarme, la transcripción de los discos duros de Raúl Reyes,
y había una complicidad bastante clara.
EG: Pero Uribe dijo en el canal de televisión en el cual usted trabaja, con gran respeto le dio las
gracias al gobierno cubano.
CAM: También se las ha dado a Chávez, porque es un gran político.
EG: No, con Chávez ha tenido escarceos. Con Cuba no hay una sola declaración de Uribe que no
sea de gratitud.
CAM: Bueno, eso es…
EG: Lo dijo en su canal de televisión.
CAM: Sí, lo dijo en mi canal de televisión, pero yo te digo lo que me ha dicho a mí.
EG: ¿En privado?
CAM: En privado y no tan en privado. Era una reunión donde estábamos 14 personas. No era tan
privado.
EG: En público dice lo contrario.
CAM: Bueno, es posible que en público diga lo contrario porque es el presidente de Colombia y
es una persona seria y responsable. Pero yo no creo que tú, que eres un periodista bien
informado, pongas en duda la complicidad del gobierno cubano con el terrorismo, con el
narcotráfico, con las FAR. Eso me parece asombroso.
EG: Pues déjeme decirle Carlos Alberto, con el mayor respeto, lo pongo en duda.
CAM: ¿Tú lo pones en duda?
EG: Sí.
CAM: Ah, bueno. Pues entonces yo creo que tienes un gravísimo problema de información,
porque si hay algo…
EG: Carlos Alberto, si los EEUU, si sus agencias de inteligencia, que han estado con una lupa,
con un microscopio sobre Cuba siempre, hubiesen podido probar.
CAM: Pero perdóname, si es que han publicado los documentos.
EG: ¿Dónde están publicados?
CAM: Por el Congreso de los EEUU.
EG: ¿Qué el gobierno cubano tiene responsabilidad en el narcotráfico?
CAM: Claro. Hay documentos publicados por el Congreso de EEUU.
EG: Carlos Alberto, nadie los cita.
CAM: ¿Cómo que nadie los cita? Los cito yo, y los citan 40 personas, que los conocen. Además,
si tú los pides al Congreso de los EEUU ni siquiera te cuesta dinero. Es gratis. Y además, ahí
están todas las pruebas de las vinculaciones del gobierno cubano con el narcotráfico, con las
FAR. Si el gobierno cubano llegó a aceptarlo, y fusiló al señor Ochoa, tratando de librarse.
EG: Carlos Alberto, está como. A mí me parece que seguir tratando de vincular el caso Ochoa.
Mire, el caso Ochoa tiene un grupo de particularidades, y a lo mejor no las sabemos todas. Lo
cierto es que Arnaldo Ochoa Sánchez, Antonio de la Guardia, Patricio de la Guardia, y cuantos
se pararon, siempre dejaron claro que no tenían responsabilidad ni Fidel ni Raúl Castro. Ni la alta
dirección cubana. Siempre dejaron claro que no había responsabilidad, que no había vínculo. Yo
no sé, las imágenes. Bueno, aquí dice ahora, esas mismas personas que llegan aquí y que hacen
grandes discursos.
CAM: Ah, pero no sólo eso. Eso que tú me estás diciendo, realmente me parece sorprendente.
Toda la historia, de los juicios políticos y donde fusilan a la gente en la Unión Soviética y en
Hungría y en Polonia y en Alemania, todo lo que fueron los famosos procesos de Moscú, están
llenos de personas que se culpan de todos los crímenes y exculpan al gobierno. Hasta que
después, y en el caso de Cuba ni siquiera después.
EG: ¿Usted cree que en una revolución, un jefe de gobierno de un proceso como el cubano, va a
poner en riesgo, por 200 millones, por 300 millones de dólares, va a poner en riesgo una nación
por entrar en una actividad ilegal como el narcotráfico?
CAM: Sí, lo creo.
EG: ¿Usted lo cree?
CAM: Claro.
EG: El presidente electo de los EEUU ha prometido un cambio de política hacia Cuba. Dentro de
ese cambio de política se habla del permiso para que los cubanos puedan asistir a sus familias y
viajar. Sin embargo, hay grupos, hay sectores políticos de Miami, que reciben mucho
financiamiento, y usted es una de las personas que ha abogado por el financiamiento del
gobierno norteamericano a la disidencia. ¿Eso no le crea cierta fragilidad a la propia disidencia,
el ser financiada por un gobierno extranjero?
CAM: ¿Por qué? La resistencia frente a los nazis fue ayudada por el gobierno de los EEUU y fue
ayudada por todas las democracias. Yo creo que eso está bien. La lucha contra Trujillo, ¿cómo se
financió? Se financió con todas las democracias latinoamericanas que ayudaban.
EG: ¿Usted realmente cree que el gobierno cubano y que la revolución cubana, para usted son
equivalentes con lo que fue la Alemania de Hitler?
CAM: Hombre, es una dictadura comunista. La dictadura comunista costó 100 millones de
muertos.
EG: ¿Por qué usted hace esta comparación? Usted es una persona inteligente y culta. ¿Usted cree
que esa comparación es apropiada?
CAM: ¿La comparación entre el nazismo y el comunismo?
EG: Entre Cuba y el nazismo.
CAM: No, no. El nazismo y el comunismo. No me cambies las cosas.
EG: Fíjese, es que el comunismo desapareció en Europa y Cuba está ahí. Y aquí usted apostaba
hace 20 años que aquello implosionaba.
CAM: Pero no ocurrió. Desgraciadamente no ocurrió.
EG: ¿Por qué? Porque las raíces de la revolución son otras.
CAM: No, porque las raíces son otras no. Tampoco implosionó en Corea del Norte, porque la
dictadura es muy violenta, porque no permitió ninguna fisura, porque no permitió que dentro del
Partido Comunista se manifestaran todas aquellas personas que efectivamente tenían una actitud
reformista y de cambio, como ocurrió en toda Europa del Este. Eso no sucedió en Corea del
Norte y no sucedió en Cuba, y como no sucedió en ninguno de esos dos sitios, ahí están esas
dictaduras. Pero no es porque tengan apoyo popular ni mucho menos. Es porque es una dictadura
absolutamente férrea.
EG: Carlos Alberto, usted como conocedor de la Historia. ¿Usted sabe que Martí estuvo en este
país, organizó una guerra sin pedirle un centavo al gobierno de los EEUU?
CAM: Se lo pidió a Porfirio Díaz, qué le parece, que era un dictador mexicano, ¿Qué le parece
eso?
EG: ¿Qué la guerra del 95 se hizo con dinero de Porfirio Díaz?
CAM: No, no, 20 mil dólares le dio. Es decir, 20,000 pesos oro de la época. Está en el libro de
Rafael Rojas, que es un gran historiador.
EG: Pero no está en el libro de Cintio Vitier.
CAM: Bueno quizá Cintio no llegó a eso. Cintio también sabía algunas cosas y otras no las sabía.
Pero además de eso, el hecho de que el gobierno de los EEUU no ayudara a José Martí, bueno,
pues fue así.
EG: Ni está en el de Jorge Mañach tampoco.
CAM: Bueno, esa es la biografía de Mañach.
EG: Ni está en el de Márquez Sterling.
CAM: Bueno sí, está bien, pero está en otro, porque las biografías cambian. Ahora mismo, por
ejemplo, antes de entrar en el programa, hablábamos de un nuevo Carlos Manuel de Céspedes
que ha aparecido, que no lo conocíamos y que no está en la historiografía cubana, y es el Carlos
Manuel de Céspedes que nos ha enseñado Raúl Menocal en su obra Contramaestre. El Carlos
Manuel de Céspedes que en París tenía unos vínculos que nadie sabía que existieran. Yo por lo
menos no lo sabía y no está en la historiografía cubana.
EG: Bueno, volviendo. ¿A usted le parece legítimo el financiamiento del gobierno de los EEUU?
Porque fíjese, no es que un grupo de cubanos exitosos en sus empresas, que viven en EEUU,
dediquen una cantidad de dinero a este objetivo. Son fondos federales del gobierno de los EEUU,
que financian a la disidencia interna.
CAM: Yo creo que las democracias tienen la obligación de defender a los demócratas.
EG: ¿Eso no le parece plattismo? ¿Eso no le parece injerencia?
CAM: Hombre, por Dios, ¿qué tiene que ver eso con el plattismo?
EG: ¿Qué Martha Beatriz Roque vaya a la Oficina de Intereses de EEUU y vote por el candidato
a presidente de EEUU le parece bien?
CAM: Cuando los cubanos ayudaron al ejército de Washington durante la guerra, que lo llegaron
a pagar, ¿Te parece eso mal, que ayudaran al ejército de Washington, que las cubanas entregaran
todas las joyas y el dinero, y que el gobierno de la colonia española en Cuba ayudara al gobierno
de Washington? ¿Te parece mal? A mí me parece legítimo. Y además, no sólo me parece
legítimo. Me parece moralmente justificable. Cuando las democracias ayudaron a la resistencia
española, cuando los socialdemócratas ayudaban a los socialistas españoles, que estaban
luchando contra Franco, a mí me parecía moralmente correcto. Cuando los demócratas del
mundo entero, cuando la democracia venezolana de Rómulo Betancourt ayudaba a los cubanos a
luchar contra Castro me parece muy bien. Ahora, por qué. Hay otra cosa también. ¿Dónde está la
legitimidad del gobierno cubano en recibir durante 40 años el subsidio soviético?
EG: Usted entenderá la diferencia que hay entre un acuerdo de gobierno a gobierno y un
gobierno que financie la oposición y la disidencia dentro de otro país. ¿Usted entiende que hay
una diferencia?
CAM: Yo no sólo lo entiendo muy bien, sino que quien lo entiende muy bien es el gobierno
cubano, que ha planteado el derecho al internacionalismo revolucionario. Y quien plantea el
derecho al internacionalismo revolucionario, tiene que reconocer el derecho al internacionalismo
democrático.
EG: ¿Qué pasa entonces con la disidencia, dentro de esa calamidad que usted dibuja en su
proyección sobre Cuba, y que tiene además esos recursos? ¿Qué le pasa a la disidencia que no
logra, dentro de la sociedad cubana, absolutamente ningún protagonismo?
CAM: ¿Tú sabes por qué no lo logra? Por los actos de repudio, por la violencia, porque los
meten en la cárcel, porque los acosan, porque los expulsan de los trabajos.
EG: ¿Usted cree que gozan de simpatía popular?
CAM: Yo creo que gozan del respeto popular.
EG: ¿Cómo usted lo ha podido constatar? ¿Por cuál encuesta? ¿Alguna encuesta como la de la
Universidad?
CAM: No, no, es una encuesta como la de la Universidad. Aunque sí hay una encuesta hecha en
Cuba…
EG: ¿Por Cubabarómetro, de Darsi Ferrer, que publicó el Herald?
CAM: Bueno, es que en una sociedad cerrada, Edmundo, las encuestas son las que se pueden
hacer, el gobierno cubano no permite que se investigue, ni que se pregunte. Esa es una dictadura
repugnante, donde la gente no puede hablar, y donde nosotros tenemos que colegir que lo que
sucede en Cuba es parecido a lo que sucedía en Alemania o lo que sucedía en Hungría. Lo que
nosotros sabemos es que cuando esas dictaduras cayeron, y la gente contó sus experiencias con el
comunismo, fueron terriblemente críticos, y lo que nosotros podemos presumir Edmundo es que
cuando desaparezca la dictadura cubana va a pasar exactamente lo mismo que pasó en el resto de
los países comunistas. Ese pueblo que durante tantos años ha sufrido una dictadura tan
incompetente como la dictadura cubana, pues va a contar todo lo que ha sufrido en ese
larguísimo período. ¿Por qué va a ser distinto Cuba a Alemania, a Hungría o a Polonia?
EG: Bueno, finalmente, ¿usted está de acuerdo con el financiamiento a la oposición, está de
acuerdo con Radio y TV Martí?
CAM: Por supuesto que estoy de acuerdo con Radio y TV Martí, como con Radio Free Europe,
¿Tú has visto como recibían a los periodistas de Radio Free Europe en Europa después que cayó
el Muro de Berlín? Como verdaderos héroes, porque eran las personas que llevaban la
información que el gobierno les impedía conocer.
EG: Y usted, que tiene vocación por la historia. Usted nunca se ha puesto a pensar: ¿Por qué en
Cuba no sucedió lo que sucedió en Europa del Este?
CAM: Sí, claro. Te lo he dicho tres veces en este programa.
EG: Pero usted nunca se ha dicho, ¿cómo un país puede subsistir perdiendo el 70% de sus
importaciones? Perdió el 70% y no implosionó y no sacó los tanques a la calle.
CAM: Te diría más. Un país puede subsistir matando a 3 millones de personas de hambre, como
pasó en Corea del Norte, y ahí está la dictadura.
EG: Pero eso no ha pasado en Cuba.
CAM: No, en Cuba se quedaron ciegas 40,000 personas con la conjuntivitis óptica.
EG: Cuba pierde el 70% de sus importaciones, pierde la ayuda y Cuba no implosiona. El pueblo
no se lanza a la calle.
CAM: Pero, ¿cómo se van a lanzar a la calle si es una dictadura militar, que controla todos los
resortes del poder y que controla todas las instituciones? ¿Cómo se pueden revelar los coreanos
del Norte?
EG: ¿A usted nunca le ha dado por pensar que realmente, de forma crítica, con posiciones
diferentes, dispares, con matices, que hay millones y millones de cubanos que sostienen, que
apoyan, que respaldan, y que están dispuestos además a luchar por la revolución?
CAM: ¿Sabes por qué no creo eso? Porque los cubanos no son diferentes a los demás seres
humanos del planeta. Y todos los seres humanos, que viven bajo la dictadura, que padecen las
consecuencias económicas de una dictadura tan arbitraria como esa, que tienen que sufrir los
atropellos de un régimen de partido único y un sistema policial, no simpatizan con el sistema en
el que viven. Porque los cubanos son iguales a los checos y a los polacos y a los alemanes y a los
rusos y no son diferentes. Y como no son diferentes también quieren libertad. Edmundo, todos
los seres humanos quieren libertad, los cubanos quieren libertad.
EG: Yo estoy de acuerdo Carlos Alberto, pero la libertad comienza por tener en cuenta el
concepto de soberanía. Por ejemplo, usted es amigo de Caleb McCarry, usted se reunió en
España con Caleb McCarry. Caleb McCarry es un interventor designado por el gobierno de
EEUU.
CAM: No señor.
EG: Entonces, ¿qué cosa es Caleb McCarry?
CAM: Caleb McCarry es un funcionario.
EG: ¿A usted no le parece un interventor?
CAM: No hombre, en lo absoluto.
EG: ¿No le parece un interventor, como pusieron uno en Irak?
CAM: No señor.
EG: ¿Usted se siente cómodo hablando con Caleb McCarry, nombrado para una comisión de
transición en Cuba?
CAM: Claro que me siento bien. Caleb McCarry es un funcionario nombrado, designado por el
gobierno del presidente Bush, para coordinar las diferentes agencias que funcionan con relación
a Cuba.
EG: ¿Y eso no es injerencia? ¿Eso no es plattismo?
CAM: ¿Cómo va a ser injerencia? Bueno, ven acá, y entonces cuando el Departamento de
América, que tiene unos funcionarios que se ocupan de los EEUU y de Canadá y de quienes
hacen la política. ¿Eso es injerencia hacia EEUU?
EG: ¿Usted conoce a algún cubano nombrado por Fidel Castro como el jefe de una transición en
algún país?
CAM: Sí, como no. Yo conozco gente. Conozco interventores, conozco los que intervinieron en
Nicaragua y manejaron el gobierno del Sandinismo, durante los 10 años que duró el Sandinismo.
Y conozco a los asesores cubanos que están hoy en día en El Salvador, ayudando al FMLN a
ganar las elecciones. Y además, mira, no sólo eso. Conozco a los cubanos que manejan el
gobierno de Hugo Chávez, de una manera que jamás los EEUU, jamás los EEUU, tuvo una
intervención de esa índole.
EG: ¿Qué nombres Carlos Alberto? Dígame nombres.
CAM: El embajador, el embajador que lo han cambiado dos veces.
EG: ¿Usted cree que dirige a Chávez?
CAM: Ah, pero por supuesto. ¿Tienes alguna duda?
EG: Sí, tengo muchas dudas (risa de Edmundo).
CAM: Y los 40,000 cubanos que hay allí.
EG: Carlos Alberto, puntualizando. ¿Usted se siente cómodo con Caleb McCarry?
CAM: Es una persona encantadora.
EG: Por supuesto, no lo pongo en duda. Pero usted se siente cómodo con ese caballero que para
todo el mundo es una posición de interventor.
CAM: No es una posición de interventor. Es un funcionario.
EG: ¿Y José María Robles?
CAM: ¿José María Robles? ¿El eurodiputado?
EG: El falangista. El eurodiputado falangista.
CAM: El eurodiputado no es falangista, es demócrata-critiano. Perdóname. No tenían nada que
ver con la falange. Estuvieron incluso con dificultades durante el gobierno de Franco. ¿Cuál es el
problema con José María Robles?
EG: Bueno, José María Robles, casi como Caleb McCarry, si pudiera planteaba una tesis sobre la
misma injerencia en Cuba.
CAM: Pero es que, yo creo que tú estás confundiendo las medidas lógicas, que tiene que tomar
un país que ya ha recibido dentro de la sociedad norteamericana al 20% de la población de su
país vecino, que ha estado a punto de tener una guerra nuclear en 1962 por Cuba, que lleva 10
presidentes con conflictos sucesivos con ese país, que lo lógico es que ese país, EEUU, tenga una
política para ver cómo se enfrenta con ese problema de Cuba, cómo lo va a enfrentar, es un
problema de responsabilidad.
EG: Usted no cree que sería, como mismo está haciendo América Latina. Usted no está viendo
que el escenario de América Latina ha cambiado de tal manera que si EEUU quiere ganar
confianza, ya no en los pueblos sino en los propios gobiernos del área, tiene que comenzar a
resolver su diferendo con Cuba, sin precondiciones y sin injerencia.
CAM: EEUU no tiene porque hacer nada de eso.
EG: Mire lo que está pasando, mire cuántos presidentes visitan Cuba. Ahí está Bachelet, ahí está
Cristina Kirchner, ahí está Correa, ahí está el presidente de México.
CAM: Así es, así es.
EG: ¿Usted no cree que Cuba ha dado una gran respuesta internacional?
CAM: No, yo no creo. Yo creo algo mucho más grave Edmundo. Creo que está pasando algo
terrible en América Latina, y es que América Latina está adoptando aquella posición cínica que
tuvo EEUU, durante todo el Siglo XX, de ignorar que en un país había una dictadura y tener
buenas relaciones con la dictadura. Aquella política de “our son of the bitch” que tenían los
EEUU con Nicaragua y con Batista es la política repugnante que están tomando esos países que
ya no les importa que en Cuba haya una dictadura, como no les importaba que hubiera una
dictadura en Nicaragua, como no les importaba que hubiera una dictadura en República
Dominicana. Esa falta de convicciones morales me parece terrible.
EG: Pero usted se da cuenta de que en América Latina el proceso es irreversible.
CAM: No, por supuesto que no. Eso va a cambiar con las próximas elecciones en Brasil y va a
cambiar con las próximas elecciones en Chile.
EG: Carlos Alberto, usted ha pronosticado varias veces cosas así y no acaban de suceder.
CAM: Bueno a veces yo me equivoco. Yo me equivoco muchísimo y yo además no soy un
hombre de certezas, soy un hombre de dudas.
EG: Vamos a un punto importante. Usted llamó a los latinoamericanos perfectos idiotas, junto a
Alvaro Vargas Llosa y Plinio Apuleyo.
CAM: No a los latinoamericanos, a los latinoamericanos que suscriben la manera absurda…
EG: Y ahora me imagino que esté a punto de escribir el perfecto idiota neoliberal. Porque el
neoliberalismo en EEUU ha fracasado.
CAM: No, lo que ha fracasado en EEUU es precisamente la traición de los principios de la
democracia liberal. Lo que ha hecho el presidente Bush, durante los últimos 8 años, es gastar
irresponsablemente los recursos del Estado. Es imprimir moneda de una manera absolutamente
descocada, sin que exista una producción, o un aumento de la productividad, detrás que respalde
esa emisión de moneda. Jugar con el valor de los intereses, y manejar los intereses y la tasa de
interés de una manera arbitraria. Lo que ha hecho EEUU es violar los 10 principios básicos del
Consenso de Washington que resulta que se escribieron en Washington.
EG: Pero usted comprenderá, o ha comprendido, que realmente es importante la intervención del
Estado en la economía. Si en esta economía lo que hemos visto es que la no intervención ha
conllevado no sólo a la crisis sino al fracaso de esa ideología. ¿Usted sigue siendo un neoliberal?
CAM: El neoliberalismo no existe. Esa es una etiqueta que no tiene sentido. Yo sí sigo siendo un
liberal en el sentido europeo de la palabra. Es decir, una persona que cree en el Estado de
Derecho, en el gobierno limitado, en que la actividad productiva debe estar en la sociedad civil y
no debe ser manejada por el Estado. En que el mercado es muchísimo más hábil que los
funcionarios para manejar la economía.
EG: Pero Carlos Alberto, todas esas teorías han fracasado.
CAM: No hombre, qué han fracasado, por Dios.
EG: Mire lo que estamos viendo en EEUU y en Europa.
CAM: Pero, ¿Cuál es el país de América Latina más exitoso Edmundo García? Es Chile, que es
el país que lleva precisamente las políticas liberales más ortodoxas. Ese es el que no ha
fracasado. ¿Cuándo México empezó a salir del desastre en que estaba?`
EG: Entonces, ¿usted cree en la no regulación del mercado?
CAM: Depende. Hay tres regulaciones que son básicas. Las regulaciones fiduciarias son claves,
porque tú manejas dinero ajeno; las regulaciones que tiene que ver con el bien común, en cuanto
a medio ambiente son unas regulaciones importantes, porque afectan a muchísima gente. Pero la
mayor parte de las regulaciones, hombre, la prueba la tienes en este descalabro económico. Que
con todas las regulaciones que existían, ninguno de los organismos reguladores de EEUU,
ninguno, fueron capaces de encontrar las barbaridades que estaban ocurriendo.
EG: Porque no había regulaciones.
CAM: ¿Cómo que no habían regulaciones? Lo que habían eran unos pésimos reguladores, ya me
contarás tú.
EG: Bueno eso queda pendiente para la otra entrevista.
CAM: Sí, para la otra.
EG: Le agradezco Carlos Alberto Montaner. ¿Se sintió respetado y cómodo?
CAM: Hombre. Yo jamás esperaría de ti un trato que no fuera respetuoso.
EG: Muchas gracias por su participación Carlos Alberto Montaner.

Comments are closed.