Edmundo García
(www.latardesemueve.com / @edmundogarcia65)
Un estudio de las investigadoras Lic. María Silvia Fernández y Dra. Denia Bada González publicado en “Areito Digital”, que lleva por título “La historia de los consulados cubanos en Estados Unidos (1902-1961). Breve aproximación”, afirma que “en el período de 1902 a 1961, existieron en territorio norteamericano 48 representaciones consulares cubanas, de las cuales casi 30 permanecían abiertas el primero de enero de 1959”. (http://www.areitodigital.net/consulados.htm)
Desde el punto de vista histórico y demográfico esa constituye la primera respuesta o razón para la pregunta que da título a este artículo: Si hace más de medio siglo existía ese número de consulados cubanos en territorio norteamericano, hoy se impone que exista un número de oficinas consulares muy superior a la única que existe en la Embajada de Cuba en Washington DC, dado el crecimiento comparativo que ha tenido la comunidad cubana en los Estados Unidos.
¿Por qué debe haber un consulado específicamente en Miami? Por la evidente razón de que Miami es, después de La Habana (en el 2014 Santiago de Cuba tenía 1 057 402 habitantes), la ciudad con mayor concentración de cubanos. La mayoría de los cuales viajan a Cuba y necesita de los servicios que una oficina consular suele brindar.
Por otro ángulo ambos países, pero sobre todo Estados Unidos, debe considerar que no puede existir un verdadero proceso de normalización de relaciones sin la apertura de un consulado cubano en Miami, que concrete con la agilidad necesaria los trámites que el desarrollo del turismo, el comercio y el intercambio académico cultural requiere.
Un consulado cubano en Miami aceleraría y aseguraría los trámites de las agencias de viaje, las compañías de vuelos y las personas jurídicas individuales. Cualquier duda y esclarecimiento sería más fácil de ventilar. Y en el caso de los documentos que requieren la presencia física del interesado en la oficina consular, este podría ahorrase el costoso viaje a Washington DC, que incluiría pasaje, hospedaje (unos 200 dólares por noche en un hotel estándar), alimentación, etc.
La mayoría de los cubanos de Miami, que viaja a Cuba, además de necesitar ese consulado lo quiere, lo reclama y lo agradecería de abrirse. Quienes se oponen al mismo constituyen una minoritaria derecha anclada en el tiempo, que como tampoco viaja a Cuba, se resiste más por resentimiento que por una causa justificable.
Aunque trato de ofrecer razones producto del debate en Miami sobre la apertura de un consulado cubano, lo cierto es que su inauguración sería lo más natural, lo que corresponde. ¿Acaso alguien puede siquiera imaginar a la ciudad de Los Ángeles sin una representación consular mexicana? ¿Puede alguien pensar, como piensa y trata de hacer la derecha de Miami, que un consulado mexicano o salvadoreño en Estados Unidos se pueda abrir o cerrar según la simpatía que la clase política de la ciudad que lo acoge sienta por el gobierno de esos países?
Carlos Giménez, alcalde del Condado Miami Dade, se ha mantenido al margen de la discusión sobre la apertura de un consulado cubano en Miami. El próximo miércoles 27 de enero Giménez dará el discurso sobre el estado del condado, y ha trascendido que su atención principal estará en las cuestiones económicas y sociales: transporte, los desamparados, el estadio de Beckham, entre otros.
Quienes se han tomado lo del consulado como causa particular son el alcalde de la ciudad de Miami Tomás Regalado y el comisionado Esteban Bovo. Regalado ha dicho que en el caso de que el gobierno federal decida dar luz verde a un consulado cubano en Miami, él recurrirá esa decisión en una corte. Regalado, cuya hija Raquel es oponente de Giménez en las elecciones por la alcaldía del condado, actúa motivado por la politiquería local, pues está convencido de que a pesar de ser minoritaria en sus posiciones sobre Cuba, la derecha extremista tiene un peso importante en la emisión de votos.
Esteban Bovo, representante por el distrito 13 de Miami, que incluye a la ciudad de Hialeah, la más cubana de todas las que existen en Florida y en Estados Unidos, presentó un proyecto de rechazo al consulado cubano en la comisión de Miami. Fue aprobado nueve votos contra tres, pero ni siquiera aparece en sus registros oficiales porque no tiene carácter vinculante. Se trata de otra pose para lograr el apoyo de los grupos más extremistas.
Miami no le está disputando un consulado cubano a ciudades como Tampa, New Orleans o Jacksonville. Miami necesita y desea tener una oficina consular por todas las razones que hemos aportado. Y eso sucederá inevitablemente, sin que importen los boicots de esa clase política obsoleta que es la derecha cubanoamericana de Miami.