Edmundo García
Todo el mundo sabe que el periodista Pablo Alfonso es un calumniador de cuanto sucede en Cuba. Cuando era periodista de El Nuevo Herald, él y Wilfredo Cancio Isla (dúo que precedió al de Juan Carlos Chávez y Juan Tamayo en el San Nicolás del Peladero de Miami) se encargaron del grueso de la campaña mediática que generó un mal ambiente en el juicio contra Los Cinco en esta ciudad. Un argumento principal en el reclamo contra ese injusto proceso del abogado Martin Garbus, que representa al héroe cubano Gerardo Hernández. Lo mismo que hacía en El Herald lo sigue haciendo Pablo Alfonso hoy en la mal llamada Radio Martí. Así que quienes siempre le han creído tienen que creerle ahora más, porque Radio Martí es una agencia oficial del gobierno norteamericano que se dedica regularmente a inflar el mundo de los llamados opositores dentro de Cuba, por lo que cobra cuantiosos salarios y abultados beneficios como “empleado federal”.
Así que esto que les voy a decir quizás pudieran ponerlo en duda si tuviera cualquier otra fuente, pero no si viene de propagandistas como Pablo Alfonso y de lugares en internet como la página oficial de la susodicha emisora Radio Martí. Pues este periodista y este medio, que viven precisamente de inventar una oposición que en la realidad no es más que un grupo raquítico, han reconocido que luego de haberse dado de baja un grupo de las inventadas Damas de Blanco en La Habana, ahora se han separado 19 de ellas en la zona oriental de la isla, específicamente en Santiago de Cuba. Los motivos son los mismos: desacuerdos con el autoritarismo y las tarifas de la nueva jefa Berta Soler.
Confirmado por ellas mismas, las Damas de Blanco cobraban 30 dólares (CUC) mensuales por caminatas en la 5ta avenida de Miramar bajo la dirección de Laura Pollán y ahora con Berta cobran 15. Además de esa rebaja del 50% del salario, Berta Soler ha arreciado en su criterio de lo que son caminatas válidas o caminatas que deben pagarse. Un conocido video en internet la muestra amenazando a integrantes de su propia organización con que la que no termine la caminata o se desvíe antes de llegar al punto de reunión sencillamente no va a cobrar. Y que a la que falte sin caer en la cárcel le va a pagar “malanga”, pero ella no. También aducen razones de supuestos “ideales” que se perdieron. Será porque en el pasado tenían a los esposos presos, y desde hace rato todos ellos han sido liberados por mediación de la Iglesia Católica, por lo que ese grupo ha perdido todo su sentido.
Omar López Montenegro, que es juez y parte en este problema porque además de miembro de la Fundación Nacional Cubano Americana que le da dinero a las Damas de Blanco es empleado de la mal llamada Radio Martí, reconoció en entrevista a su propia emisora que era cierto lo que afirmaba Pablo Alfonso en su reportaje; que se habían ido 19 integrantes de las Damas de Blanco en el oriente de Cuba por desacuerdos con Berta Soler. Han reconocido también que en ese movimiento hay divisiones profundas, algunas por motivos personales que no viene al caso revelar ahora pues son bastante delicadas desde el punto de vista íntimo de los y las implicadas.
Cuando Pablo Alfonso entrevistó a Berta Soler sobre esta división, la señora le dijo con mucha arrogancia que ella no estaba obligada a responderle a la prensa cuestiones de la vida interna de su organización. Eso seguro que es algo que le ha enseñado Lech Walesa en algunos de sus cursos en Polonia, porque Berta Soler no es una estrella de cine ni una celebridad política para saber esas evasivas por experiencia propia. Pero hay algo todavía más delicado: el propio Pablo Alfonso revela que otra Dama de Blanco estuvo presente cuando Berta Soler llamó a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana para delatar a sus antiguas compañeras, dándole sus nombres a los funcionarios para que estos no les otorgaran visas si pretendían viajar. Es una forma de chantaje, de castigo y amenaza que hacen quienes se sienten cercanos a los diplomáticos extranjeros; hoy es Berta Soler la que tiene ese poder, como antes lo tenía Martha Beatriz Roque, quien en una conversación telefónica que se hizo pública le dice a los llamados opositores de Pinar del Río que si no mandaban una delegación a una asamblea que ella estaba realizando en La Habana, a la que acudieron varios diplomáticos extranjeros, pues entonces la gente de Pinar del Río tenía que olvidarse de viajar porque tampoco les iban a dar visado. Como si la propia Martha, y Berta, fueran cónsules de la Oficia de Intereses o cancilleres de un gobierno interventor norteamericano en Cuba.
Según el reporte en el sitio oficial de la mal llamada Radio Martí, la Dama de Blanco Adriana Núñez Pascual confirmó lo siguiente:“Delante de mí Berta Soler llamó a la Oficina de Intereses para leer la lista con los nombres. Yo pienso que ella hizo eso con el objetivo de que las Damas de Blanco que hemos solicitado visas fuéramos denegadas”. Así que habrá que seguir la voluntad de la Oficina de Intereses para saber si le permiten viajar a esta persona; vamos a ver si es verdad que siguen tan flexibles en el otorgamiento de visas, como la propia misión diplomática norteamericana ha dicho en reciente declaración en respuesta a algunos señalamientos hechos por el investigador cubano Néstor García Iturbe, publicados en el blog “La pupila insomne” del amigo Iroel Sánchez, y luego divulgados en la prensa nacional y extranjera.
Para que vean que ni siquiera Berta Soler es la que manda en las Damas de Blanco, para confirmar que todo esto es un truco inventado por poderosos de fuera, después de haberle corrido comentarios de agente infiltrada en las Damas de Blanco a Denia Fernández Rey, la propia Berta Soler se vio obligada a retractarse en una declaración oficial emitida ayer mismo. ¿Por qué, quién es esta Denia Fernández Rey que ni siquiera Berta Soler puede tocar? Como les dije antes, en estos bretes de las Damas de Blanco o Damas de Berta hay cosas personales que no es decente publicar. Pero no se preocupen, que si esas cuestiones tuvieran repercusiones políticas, entonces sí tendríamos un motivo para manejarlas.
Los dejo con la retractación en la emisora de marras de Berta Soler, dueña de la segunda o tercera fortuna de la llamada oposición cubana, que además del dinero que se llevó dejó dos abultadas cuentas en Europa con decenas de miles de dólares: “Los problemas personales se ventilan internamente, no hay cabida o espacios para los falsos testimonios, calumnias u otros comentarios que afecten la moral y el prestigio de otras integrantes del movimiento. Por tanto, como no hay pruebas que demuestren que Denia Fernández Rey es agente o colabore con el Departamento de la Seguridad del Estado, la misma continúa siendo miembro de nuestra organización hasta tanto se demuestre lo contrario.” ¿Qué tiene que ver la política con “calumnias u otros comentarios que afecten la moral y el prestigio”? Dicen en Palmarito de Cauto que esto huele a gozadera. ¡Candela!